domingo, 24 de febrero de 2013

España se desmorona


La estabilidad institucional de España se desmorona. Cada vez hay más casos de corrupción de cargos públicos que salen a la luz. Incluso, tocan de cerca a la Corona. Por ello, los ciudadanos cada vez creen menos en los políticos y sus discursos, en el sistema y en todo lo que toca el poder.
La Justicia no se libra y se lleva uno de los mayores descréditos por parte de la ciudadanía. Esta contempla impotente cómo los procesos judiciales se alargan, cómo los delincuentes salen de prisión sin cumplir apenas las condenas impuestas y cómo el poder judicial está estrechamente ligado al poder político. Así, ¿dónde queda el respeto al artículo 24 de la Constitución? El mismo reza: "Todas las personas tienen derecho a obtener la tutela efectiva de los jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin que, en ningún caso, pueda producirse indefensión" y alude a un proceso público sin "dilaciones indebidas y con todas las garantías", entre otras. Seguramente, los españoles se sientan muy lejos de este precepto constitucional.
Por otro lado, también está de moda -como casi siempre- el tema de la unidad nacional y los separatismos de ciertas regiones españolas. El presidente de la comunidad autónoma catalana, Artur Mas, cada vez da más voz a la vena separatista que recorre su yugular y, quizá como cortina de humo para desviar la atención de asuntos como la falta de financiación de Cataluña, se proclama abanderado de la soberanía y el derecho de autogestión que dice tener el pueblo catalán. Habrá que recordarle otro artículo de nuestra Constitución -también, la suya-. el 8.1, que dice: "Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional".