lunes, 18 de febrero de 2013

De cómo España necesita cambios

Efectivamente. España está sumida no solo en la crisis económica que afecta a la mayoría de los países de este planeta, sino también en una crisis social que debe cambiar si no queremos experimentar mayores y peores consecuencias.
Quizá, el mayor desencanto ciudadano y, a la vez, el mayor problema social se deba a que nuestros políticos -los de un signo y los de otro- no solo no han sabido ni saben gestionar bien esta situación, sino que, además, cada vez más cargos y personalidades públicos se ven envueltos en escándalos de corrupción y abusos de poder.
Por ello, sería imprescindible endurecer la justicia y que, efectivamente y como manda la Constitución de 1978, todos los españoles seamos iguales ante la ley, así como que se cumplan las palabras que el popular González Pons ha pronunciado recientemente: que perteneciendo a la familia -incluso a la más importante- o al partido que sea, cada individuo cargue sin más con las consecuencias jurídicas que deban derivarse de sus actuaciones.
Por otro lado, debería producirse una centralización de las competencias de la Sanidad y la Educación, los ámbitos más importantes de la vida social -considero-, y que estas pasasen a manos del Gobierno del Estado.
En cuanto a la Sanidad, es innegable que esta debe ser pública y de calidad, pues sin salud -o, incluso, sin vida- el ser humano, obviamente, no es nada.
Por lo que respecta a la Educación, ya que esta es la base del futuro y de las generaciones venideras, debería ser consensuada por los partidos políticos sin dejarse llevar por ideología de ningún tipo e instaurar en todo el territorio nacional un sistema educativo accesible a todos y de una calidad que permita formar ciudadanos cultos y preparados para afrontar -casi- cualquier ámbito que les toque vivir. Por supuesto, este sistema educativo no tendría que incluir en sus planes de estudio ninguna asignatura destinada a 'adoctrinar' a sus estudiantes en ninguna ideología.
Estos son los cambios que yo considero más urgentes y de mayor consistencia, si bien soy consciente de que se necesitan muchos más. Y profundos.