sábado, 23 de marzo de 2013

Francisco I

La fumata blanca ha hablado desde la basílica de San Pedro del Vaticano: Habemus papam.
Francisco I es el nombre 'artístico' elegido por el nuevo papa para designarlo durante su pontificado. Jorge Mario Bergoglio, un jesuita nacido en Argentina, pero de padres italianos, ha sido el elegido de entre sus compañeros cardenales para pastorear a la Iglesia católica tras la dimisión de Benedicto XVI.
Muchas son las esperanzas puestas por sus fieles en este nuevo papa que parece de condición y corazón humilde. Y eso es lo que reclaman los católicos.
"Espero que Dios os perdone por lo que habéis hecho", llegó a decir el pontífice en tono jocoso a sus compañeros tras su elección.
Se ve que Francisco I ha entrado con buen pie en su 'reinado': ha pagado de su bolsillo la estancia en la pensión de Roma donde se alojó durante el cónclave, y parece que es partidario del transporte público.
Austeridad, sencillez y humildad son lo que hace falta en estos tiempos de crisis económica y moral, de valores, que estamos viviendo. Crisis de fe que también vive la Iglesia, tras algunos escándalos que la han sacudido en los últimos tiempos y que le han hecho perder credibilidad y cientos de fieles.
Así, Francisco I parece el mejor y más cualificado encargado para esto que se le ha encomendado. En sus manos está que el catolicismo recobre la fortaleza moral y la misión que tuvo y debería tener siempre.